viernes, 13 de abril de 2012

GALLETITAS

A una estación de trenes llega una tarde, una señora muy elegante. En la ventanilla le informan que el tren está retrasado y que tardará aproximadamente una hora en llegar a la estación.
Un poco fastidiada, la señora va al puesto de diarios y compra una revista, luego pasa al kiosco y compra un paquete de galletitas y una lata de gaseosa.

Preparada para la forzosa espera, se sienta en uno de los largos bancos del andén. Mientras hojea la revista, un joven se sienta a su lado y comienza a leer un diario. Imprevistamente la señora ve, por el rabillo del ojo, cómo el muchacho, sin decir una palabra, estira la mano, agarra el paquete de galletitas, lo abre y después de sacar una comienza a comérsela despreocupadamente.

La mujer está indignada. No está dispuesta a ser grosera, pero tampoco a hacer de cuenta que nada ha pasado; así que, con gesto ampuloso, toma el paquete y saca una galletita que exhibe frente al joven y se la come mirándolo fijamente.

Por toda respuesta, el joven sonríe... y toma otra galletita.
La señora gime un poco, toma una nueva galletita y, con ostensibles señales de fastidio, se la come sosteniendo otra vez la mirada en el muchacho.
El diálogo de miradas y sonrisas continúa entre galleta y galleta. La señora cada vez más irritada, el muchacho cada vez más divertido.
Finalmente, la señora se da cuenta de que en el paquete queda sólo la última galletita. " No podrá ser tan caradura", piensa, y se queda como congelada mirando alternativamente al joven y a las galletitas.
Con calma, el muchacho alarga la mano, toma la última galletita y, con mucha suavidad, la corta exactamente por la mitad. Con su sonrisa más amorosa le ofrece media a la señora.

- ¡Gracias! - dice la mujer tomando con rudeza la media galletita.
- De nada - contesta el joven sonriendo angelical mientras come su mitad.
El tren llega.
Furiosa, la señora se levanta con sus cosas y sube al tren. Al arrancar, desde el vagón ve al muchacho todavía sentado en el banco del andén y piensa: " Insolente".
Siente la boca reseca de ira. Abre la cartera para sacar la lata de gaseosa y se sorprende al encontrar, cerrado, su paquete de galletitas...  ¡Intacto!

Autor: Jorge Bucay.
 

6 comentarios:

  1. !!!!!Que cortazo¡¡¡¡ ahora que no se la está mal. Veras un día en el autobus una chica se saltó la cola delante de una anciana casi atropellandola y cuando fue a pagar al conductor descubrió que no llevaba dinero. La anciana la pagó el billete diciendoal: "No te preocupes le puede pasara a cualquiera" No he visto una cara tan roja nunca. Un besote.

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  2. jeej a veces la vida te da estas lecciones que son muy importantes antes de sacar erroneas conclusiones.
    un besote, espero que estes bien.

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  3. Querido Karras sin duda experiencias como esas nos dan una buena lección, no hay que ser tan egoístas que a veces solo miramos por nuestro interés sin tener en cuenta a los demás.
    Un besazo y gracias por estar ahí siempre.
    Un besote para ti también.

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  4. Querido Orthos y Tarja, así es hay que aprender de estas lecciones que sin duda nos ayudan a ser mejores personas. Si estoy bien dentro de lo que cabe, a ver si llegan los ánimos para continuar en la brecha que sin duda con amigos blogueros como vosotros siempre sera más fácil.
    Besotes para ambos y gracias por comentar siempre.

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  5. Hola Jolie, me hubiese gustado verle la cara a la señora cuando vio su paquete de galletas, menudo corte saber que era ella la de la cara dura jeje, con razón el chaval estaba tan divertido, en fin que cada día aprendemos algo nuevo y si son lecciones de esta clase mejor.
    Espero Jolie que estés mejor y esos ánimos se vayan "animando":), cuídate mucho y a ver si ya te vemos por aqui, mucho animo.

    Un besote!!

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  6. Querida Piru, coincido contigo también me hubiera gustado ver la cara de la señora jajaja.. un cuento simple, una gran lección. En esta vida cuando se trata de compartir no todos estamos dispuestos, eso esta claro, siempre habrá personas generosas y personas egoístas, esto me temo que nunca cambiará, pero en la medida de lo posible se puede intentar que haya más generosas, no te parece?.. El mundo sería más justo y hermoso.
    Un besazo amiga y gracias por venir y comentar.

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